No hay mejor expresión artística que llene todos los sentidos como la gastronomía. El buen hacer de la cocina, desde la que hacemos en casa o nos han hecho nuestros padres, abuelos, elaboradas o no. Un manjar convertido en arte, un bocado exquisito de historia del cocinero. ¿No es acaso una obra de arte la expresión, la vida, el sentimiento, lo que refleja del mismo artista? Pues un plato, una tapa, un buen puchero, es parte de la historia de ese cocinero, de sus ancestros, de sus curiosidades, de su vida.
Muchos son los platos que han pasado por delante de mi cámara, platos de grandes Chefs, con galardones Estrellas Michelin, Soles Repsol, o simplemente el premio de sus comensales felices.
Hoy dejo aquí una pequeña muestra de esos platos. Quizás más adelante pondré monográficos, el tema tiene «miga», y abre el apetito.
Hoy se me ha abierto el apetito, mi amigo Gerard, redactor de ese libro gastronómico que tan mimado teníamos me ha pedido unas «fotos» de un restaurante que hice hace algunos años.
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